La plaza Divina Pastora es una plaza de planta casi cuadrada y articulada alrededor del primitivo pozo que proveía de agua a los primeros pobladores.
En la actualidad un retablo cerámico de la imagen de la Virgen bajo la advocación de la Divina Pastora, situado en una capilla situada en la fachada de una de sus casas la preside y da nombre.